Aplicar conocimiento existente para resolver un problema de negocios es un desafío técnico. Por otro lado, crear la solución a una dificultad que no había ocurrido antes, y que no sabemos como abordarla, es parte de un reto adaptativo.
Por lo común, la inteligencia disponible en una organización cuando hay cambios profundos en el entorno de negocios es insuficiente para superar la dificultad imperante. En estas situaciones, es necesario crear nuevo conocimiento – o buscarlo afuera – tarea que requiere aceptar en primer lugar que existe un reto adaptativo antes del desafío técnico.
La incertidumbre es inherente a los retos adaptativos y causan resistencia e incomodidad en todo el equipo. Los estamentos superiores siempre estarán bajo un estrés adicional, porque se espera que sus decisiones y acciones produzcan resultado. Frente a lo desconocido, los líderes modulan conductas en toda la organización en función de la respuesta emocional que experimentan, y este es el gran desafío: como se siente el cambio.
Trabajamos para alinear las emociones coherentemente con los objetivos empresariales, y así aumentar la probabilidad de éxito de las acciones que el equipo decida implementar.
Las empresas que actúan en consecuencia con el sentir y pensar son más adaptables al entorno cambiante, y por eso, son más rentables y sostenibles en el largo plazo. También son más armónicas, creativas, flexibles y dinámicas, y al final, proporcionan un ambiente de trabajo de mejor calidad para las personas que conforman la red humana que las definen.
En Affectus trabajamos exclusivamente con los estamentos ejecutivo y directivo, porque para nosotros, estos líderes son el pináculo de todo proceso transformativo. La forma de ser y estar de estas personas influye sobre el comportamiento global de la organización. Frente a un reto, proporcionamos una visión experta de los recursos adaptativos disponibles, identificamos cuales son los obstáculos que deben ser removidos, y recomendamos cursos de acción para superar el desafío presente.
Exploramos detenidamente la personalidad, aspiraciones, estilos y recursos adaptativos de los integrantes del equipo directivo para diseñar un modelo relacional sinérgico que logre alcanzar los objetivos de negocios. Nos especializamos en la acción humana, pero venimos del mundo ejecutivo, así que no solamente hablamos tu lenguaje, como también nos interesa mucho entender la estrategia de tu empresa y los desafíos que tienen por delante.
Affectus examina en detalle la respuesta emocional global de la organización en el escenario de cambio, proporcionando recomendaciones de conductas y modificaciones de patrones de comportamiento, para obtener así una mayor probabilidad de éxito del plan de transformación.
Mientras más planificado sea un proceso de cambio, menor será la probabilidad de cometer errores evitables. Frecuentemente nos solicitan moderar discusiones de definición estratégica, estar en deliberaciones complejas, o simplemente evitar excesos que puedan introducir riesgos innecesarios en situaciones de cambios más profundos. Sin embargo, podemos asistir a tu empresa antes, durante o después de la toma de una decisión, y acompañaremos de cerca a todo el equipo directivo durante la etapa de implementación, por el periodo de tiempo que sea necesario.
En varias oportunidades hemos trabajado en colaboración con otros asesores de clase mundial para mejorar sus recomendaciones técnicas.
Ocupó por 25 años posiciones ejecutivas en las industrias de tecnología y servicios financieros, en organizaciones matriciales y globalizadas, ejerciendo como CEO de Sixbell, Director de Ventas de una unidad de negocios de IBM en América del Sur, y Corporate Finance Officer de Chemical Bank (hoy JPMorgan Chase) en Brasil y Chile.
Desde el año 2014, Fernando dirige Affectus, acompañando a altos ejecutivos en su senda de crecimiento profesional y personal.
En Affectus se trabaja con la noción del Tercer Cuerpo. El primer cuerpo es la persona, con su historia, conocer, experiencia, y principalmente, las emociones que le quedaron biográficamente inscritas. El segundo es el rol, el cargo que ejecuta, que es definido externamente por la empresa donde se desempeña.
El Tercer Cuerpo resulta del encuentro del primer y el segundo cuerpos, y es un lugar provisional, que no es definitivo, – sino que está, se pone, se hace.
El ejecutivo excepcional es aquel que opera en ese cuerpo, sabe estar, y se pone a servicio de un gran propósito con mucha coherencia entre el sentir y el hacer. Operando desde este lugar logra resultados superiores, con liderazgo natural, inspirando y habilitando a otras personas. Este cuerpo requiere de gran esfuerzo del ejecutivo para permanecer en el tiempo, adaptarse a los inevitables cambios del entorno, y ser coherente con los valores corporativos y objetivos de negocio.
Fernando acompaña a los ejecutivos que han decidido entregar generosamente su chasis emocional a servicio del rol, en este cuerpo de profunda fragilidad, que requiere de una gran renuncia y entrega. Este Tercer Cuerpo, puesto a servicio de la organización, la conduce a través de caminos de mayor conciencia, un descubrir de una nueva realidad, una apertura de nuevas puertas y por lo tanto de nuevas posibilidades y oportunidades.